En la Capital más de 105 mil personas mayores de 15 años no saben leer ni escribir
* La educación no tiene edad, y aprender en la madurez es una revolución silenciosa que transforma vidas
Redacción
“El día de hoy estoy en tribuna con el objetivo de presentar una Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se Reforma el Numeral 9º, del inciso “A”, “Derecho a la Educación del Artículo 8 de la Constitución Política de la Ciudad de México, en materia de Alfabetización para Personas Adultas Mayores”.

“Lo anterior debido a que en México para 2010 la población analfabeta era de 5 millones 393 mil 665 ciudadanos, para 2020 fueron 4 millones 456 mil 431 ciudadanos, constando de una reducción de 937 mil 234 ciudadanos en 10 años.
En la Ciudad de México, más de 105 mil personas mayores de 15 años no saben leer ni escribir conforme a la última encuesta de alfabetismo 2020 realizada por el INEGI, y el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos
Esta cifra no es solo un número, representa vidas, historias y sueños que han sido limitados por la falta de acceso a la educación”.
Por lo tanto, entonces dijo la diputada y Coordinadora de la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente Diana Sánchez Barrios “la Ciudad de México tiene grandes retos entre los que destacan la necesidad por fortalecer el acceso a los derechos humanos, así como el empoderamiento de los ciudadanos, en especial de los sectores más vulnerados históricamente”.
Acto seguido presentó el ordenamiento a modificar el cual debe quedar de la siguiente manera:
Dice Artículo 8: Ciudad Educadora y del Conocimiento
A. Derecho a la Educación
9. Las personas adultas tendrán derecho a servicios de alfabetización, educación primaria y secundaria, así como oportunidades de formación.
DEBE DECIR:
Artículo 8
Ciudad Educadora y del Conocimiento
A. Derecho a la educación
9. Las personas adultas con especial énfasis en las personas adultas mayores, tendrán derecho a servicios de alfabetización, educación primaria y secundaria, así como oportunidades de formación para las diferentes etapas a lo largo de la vida, con las particularidades adecuadas que requieran.
Por lo que agregó la representante popular, que erradicar el analfabetismo en adultos, es un compromiso con la dignidad y la justicia, pero el analfabetismo no es sólo una carencia académica, sino una barrera que impide el pleno ejercicio de derechos fundamentales”.
Asimismo, dejó en claro que la educación es un derecho humano consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 3°, que establece que toda persona tiene derecho a recibir educación.
Además, la Ley de Educación de la Ciudad de México refuerza este principio, promoviendo programas de alfabetización para quienes no han tenido la oportunidad de aprender a leer y escribir”.
Durante su exposición señaló que la falta de alfabetización en adultos mayores no solo afecta su capacidad de acceder a información, sino que los excluye de trámites esenciales, servicios de salud y oportunidades de participación ciudadana.
Señaló también que, en alcaldías como Milpa Alta e Iztapalapa, los índices de analfabetismo alcanzan el 4% y 2.8% respectivamente.
Siendo las mujeres quienes presentan mayores dificultades. Esta realidad nos obliga a actuar con urgencia y determinación.
Por otro lado, reconoció Sánchez Barrios que el Programa de Alfabetización de la Ciudad de México ha sido un paso importante en la lucha contra el rezago educativo, beneficiando a más de 88,000 personas en cinco delegaciones prioritarias.
Y agregó que erradicar el analfabetismo en nuestros mayores no es solo una cuestión de educación, sino de bienestar social. “Es devolverles la voz, la autonomía y la dignidad que les ha sido negada por décadas, es reconocer que nunca es tarde para aprender y que el conocimiento es una herramienta poderosa para transformar vidas”.
Por otro lado, comentó que es importante hacer de la alfabetización un compromiso colectivo. “Porque leer y escribir no es solo un acto académico, sino un derecho que abre puertas, que libera y que dignifica. Cada palabra aprendida es una puerta abierta al conocimiento, una oportunidad para expresar sueños que parecían inalcanzables y una herramienta para reclamar derechos que nunca deberían haber sido negados”.
Para finalizar dijo “en una sociedad que avanza, no podemos dejar atrás a quienes construyeron nuestro presente.
La educación no tiene edad, y aprender en la madurez es una revolución silenciosa que transforma vidas. Apostemos por una sociedad que valore y cuide a sus adultos mayores con educación, porque en cada adulto que aprende, florece la esperanza de un futuro más humano y solidario.
