“Hoy falta tolerancia a la frustración: antes los matrimonios crecían desde la admiración y el compromiso”: Norma Cortés Caballero
* Artista poblana reflexiona sobre cómo el cambio generacional transformó la convivencia, el respeto y la vida en pareja
Redacción
La artista, pintora y licenciada en Derecho, Norma Cortés Caballero, compartió una reflexión profunda sobre los cambios generacionales en la vida familiar y de pareja, enfatizando que en décadas pasadas existía mayor tolerancia a la frustración, un pilar que permitía a los matrimonios mantenerse unidos y construir relaciones duraderas.
En entrevista para el Podcast “Rok”, conducido por Diego Ojeda, Jorge Pellegrin, y diversos jóvenes destacados en la comunicación y difusión de contenidos de interés, Norma Cortés recordó que se casó a los 17 años, sin haber terminado la escuela normal; sin embargo, gracias al apoyo de su esposo y de sus hijos, logró concluir sus estudios, ingresar a la preparatoria y más tarde obtener su título como abogada.
Cortés Caballero explicó que, en su época, los matrimonios se formaban sobre una base clara:
los hombres eran proveedores responsables, mientras que las mujeres administraban el patrimonio familiar, cuidaban del hogar y daban estabilidad. “Tú te casabas con un verdadero hombre (…) él trabajaba siempre, nunca faltó nada en casa. Yo administraba lo que él traía con amor y gratitud”, relató.
Compartió anécdotas como el presupuesto semanal de 190 pesos que debía administrar sin pedir más, lo que —afirma— fomentaba disciplina, organización y corresponsabilidad.
Destacó que en su entorno, la mayoría de los matrimonios contemporáneos al suyo alcanzaron 50 años de convivencia, manteniéndose unidos a pesar de diferencias y retos cotidianos. “Había más tolerancia a la frustración. No todo era inmediato. Se valoraba lo que se tenía”, expresó.
Durante el diálogo con el entrevistador, Jorge Pellegrin, reconoció que hoy existe una pérdida de sorpresa, convivencia y presencia emocional ante la irrupción del internet y las redes sociales, lo que ha generado relaciones más frágiles y una vida familiar más dispersa.
Pellegrin cuestionó si las nuevas generaciones son realmente más promiscuas o simplemente viven otro tipo de libertad. Ante ello, la artista señaló que antes la vida era más auténtica y menos comparada con vidas ajenas. “Hoy se pierde la realidad por ver el teléfono”, dijo.
Como reflexión final, Norma Cortés llamó a practicar el respeto mutuo, mantener la admiración dentro de la pareja y esforzarse por dar siempre lo mejor, sin intentar cambiar la esencia del otro.
