Diputada Diana Sánchez Barrios se reúne con el director del Metro, Adrián Rubalcava
* Pide mejor movilidad para las más de cinco mil personas de talla baja que habitan en la CDMX, a nivel nacional existen entre 11 mil a 15 mil
* La accesibilidad no es un favor es un derecho: Ángel Vázquez
Redacción
Ante la discriminación que padecen, así como por la falta de políticas públicas para el transporte que hay entorno de las personas de talla baja, la diputada y Coordinadora de la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente, Diana Sánchez Barrios se reunió con el titular del Sistema de Transporte Público (METRO) Adrián Rubalcava y le manifestó su interés por este sector, así como por los demás grupos vulnerables para que tengan un mejor servicio de movilidad en este medio de comunicación.

Durante el encuentro la legisladora le comentó al titular del METRO, Adrián Rubalcava su interés de colaborar con él, desde el Congreso de la Ciudad de México para impulsar mejoras para este sistema de transporte y se beneficien los grupos de atención prioritaria.
Cabe señalar que en el país hay de entre 11 mil a 15 mil personas de talla baja esto de acuerdo a diversas organizaciones como la Fundación Gran Gente Pequeña quien calcula que en la Ciudad de México hay alrededor de 5,000 personas con estas características.
El próximo día 25 de octubre es el Día Mundial de Personas de Talla Baja.
Atento a lo señalado por Sánchez Barrios el titular del STC, Adrián Rubalcava le comentó “lo de talla baja es un tema que traes y conoces a la perfección, sin duda podemos trabajar juntos en asuntos como el de la diversidad, coordinarnos con lo del comercio sin duda vale la pena intentarlo”
Asimismo, agregó el funcionario: “Tú asesoramiento y acompañamiento es valioso, debo destacar tu trabajo y la iniciativa que presentaste en el Congreso de la Ciudad a favor de la gente de talla baja a los que tenemos que darles mayor movilidad , gracias por fijarte en estos sectores vulnerables.
Al conocer de esta reunión, Ángel Vázquez integrante de la comunidad señalada comentó “la reunión es un paso importante demuestra que hay apertura, es decir una puerta abierta al diálogo para que se le dé continuidad a la iniciativa que la diputada promovió en el Congreso Local. Es importante saber que esos encuentros no solo quedarán en una foto más sino en acciones concretas”.
Y agregó “las adecuaciones serán para una atención digna de parte del personal del Metro o de cualquier transporte público hacia la personas de talla baja, la accesibilidad no es un favor es un derecho y celebro que se esté avanzando en esa dirección. Hay que decir también que la accesibilidad no se puede seguir como una barrera sino como un derecho garantizado”
Es importante destacar que la acondroplasia, la causa más común de talla baja, afecta a aproximadamente 1 de cada 25,000 personas.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) también ha mencionado que existen datos que indican que la incidencia de la acondroplasia varía entre una de cada 25,000 a una de cada 40,000 personas que nacen con alteraciones genéticas que producen esta condición.
Finalmente, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) enfatiza la importancia de garantizar la accesibilidad, un presupuesto adecuado y la participación de las personas de talla baja en el diseño de políticas públicas para promover su inclusión y respeto.
De acuerdo a la representante popular, Diana Sánchez Barrios las principales dificultades que enfrentan las personas de talla baja en el transporte público incluyen la inaccesibilidad a las unidades, la falta de espacios adaptados y la dificultad para alcanzar los elementos de seguridad o información. Esto puede generar problemas como la dificultad para subir y bajar de autobuses o estaciones, la falta de agarre en los pasamanos, y la imposibilidad de utilizar los mecanismos de pago o validación de boletos.
Desglose de problemas:
Accesibilidad:
La altura de los escalones en autobuses y estaciones, así como la falta de rampas o elevadores, dificultan el acceso y la salida de las unidades.
Espacios adaptados:
La falta de espacios diseñados para personas de talla baja, como asientos con mayor soporte o agarraderas a menor altura, genera incomodidad e inseguridad.
Alcance:
La imposibilidad de alcanzar los mecanismos de pago, las barras de seguridad o la información visual, como letreros o pantallas, puede dificultar la experiencia del usuario y generar situaciones de riesgo.
Interacción con el entorno:
En general, la infraestructura del transporte público no está pensada para personas de talla baja, lo que se traduce en dificultades para desenvolverse con autonomía y seguridad.
Discriminación:
En algunos casos, estas dificultades pueden verse agravadas por actitudes discriminatorias por parte de otros usuarios o personal del transporte público.
Estos problemas no solo afectan la movilidad de las personas con acondroplasia u otras formas de talla baja, sino que también limitan su participación social y su acceso a servicios esenciales.
