La revolución pacífica ha demostrado que la paz y la seguridad no se obtiene con la represión
* Con la presidenta Claudia Sheinbaum se consolida el segundo piso de la transformación, aseveró Aleida Alavez al encabezar en Iztapalapa el desfile conmemorativo del 115 Aniversario del inicio de la Revolución Mexicana
* Recordó que con Andrés Manuel López Obrador se aprendió que el poder está en su capacidad de servir y no para acumular, que la justicia se practica y que los derechos no se negocian
* Urgió a que nunca más la pobreza sea culpa de alguien, ahora hay estructuras que antes condenaban y hoy se derrumban, hay manos que se levantan y puentes que se construyen para que nadie quede atrás
* Más de 25 mil personas participaron y disfrutaron el desfile
Redacción
En esta nueva revolución pacífica, se ha demostró que la paz y la seguridad no se obtienen con la represión, sino con oportunidades, con conciliación y cuidado, enfatizó la gobernante de Iztapalapa, Aleida Alavez Ruiz, al precisar que ahora, con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se consolida el segundo piso de esta transformación.

Antes, recordó la edil iztapalapense, el primer piso de esta transformación se construyó durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, donde aprendimos que la trascendencia del poder está en su capacidad de servir, no para acumular; que la justicia debe practicarse y ser democrática; que los derechos no se negocian, se garantizan.
Hizo ver, ante las y los legisladores federales y locales, así como invitados especiales, que al reunirse hoy para conmemorar el 115 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, movimiento que marcó para siempre la lucha por la justicia, la democracia y la dignidad del pueblo,
“Se trató de una revolución armada, pero que también expresó el sentir de las voces cansadas del abuso, la opresión y la desigualdad. El deseo por defender la tierra, la libertad y el derecho a soñar con un mejor país encendió los ánimos de cada hogar campesino, de hombres y mujeres”, subrayó.

Tras hacer un llamado a seguir siendo como un río que fluye, que transforma y que no deja a nadie atrás, la mandataria de Iztapalapa señaló que esta nueva revolución, de un movimiento pacífico que fluye como el agua, constante y renovadora, que no se detiene y llega a todos los rincones.
Hoy, aseguró, las y los mexicanos contamos con un país en constante transformación, que ya ha tenido cambios muy trascendentes; por eso nunca más la educación será un privilegio. “Actualmente cada escuela, cada aula, cada libro, llega a quien desea aprender; el conocimiento ya no se detiene por la falta de recursos; es luz que ilumina”, apuntó.
En su mensaje ante cientos de personas que se dieron cita para presenciar el magno desfile por las principales calles iztapalapenses, dijo que nunca más la vivienda como mercancía, cada hogar es un espacio adecuado para la vida y no un objeto de lucro.
También indicó que nunca más la salud como negocio; cada hospital es un refugio de cuidado, cada medicamento una esperanza que no se vende, sino que se entrega.

Y urgió a que nunca más la pobreza sea culpa de alguien, no hay fracaso que dependa de la voluntad de quien lo vive; “hay estructuras que antes condenaban y hoy se derrumban, hay manos que se levantan y puentes que se construyen para que nadie quede atrás”.
Alavez Ruiz aseguró que la participación de las mujeres es el motor de cambio, la ética como brújula, el servicio público como responsabilidad y entrega hacia el pueblo; además, abundó, cada acción de los gobiernos transformadores confirma que la revolución también es cotidiana, se siente en la mediación, en la construcción de paz y oportunidades.
“Nunca más la exclusión como norma. Cada joven, cada niña, cada niño, cada persona que sueña con aprender y crecer, encuentra caminos abiertos. Nunca más la desigualdad como destino; los derechos ahora son universales, imparables, renovadores y la justicia ha cobrado vida”, concluyó la gobernante de Iztapalapa.
Durante la celebración del 115 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, se recordó a Hermila Galindo, Carmen Serdán, Dolores Jiménez y Muro, Valentina Ramírez, Francisco I. Madero, Emiliano Zapata y Francisco Villa, entre muchos otros nombres de mujeres y hombres, así como heroínas y héroes anónimos, que pusieron la vida al servicio de un ideal.

La parada cívica por la emblemática avenida Ermita Iztapalapa, arrancó con los contingentes y bandas de guerra de diversas escuelas secundarias; le siguieron personal, funcionarias y mandos de la alcaldía, así como de las territoriales de la demarcación, quienes fueron vitoriados y aplaudidos por decenas de personas que se asentaron por las calles, barrios y pueblos iztapalapenses. Una apasionada Aleida Alavez, hizo recordar a la luchadora social en sus narraciones al paso de cada contintingente; su convicción revolucionaria se sintió en esta parada cívica.
Los gritos y vivas resonaron con eco en calles y avenidas de Iztapalapa, entre ellos:
“Somos un gobierno transformador, emprendedor y constructor
de la paz. Todas y todos somos Claudia; somos un ejército pacifista en busca de la tranquilidad y el buen vivir”. La Banda Sinfónica de Iztapalapa le dio vida con sus interpretaciones musicales de la revolución.
La parada cívica por la emblemática avenida Ermita, arrancó con los contingentes y bandas de guerra de diversas escuelas secundaria; le siguieron personal, funcionarias y mandos de la alcaldía, así como de las territoriales de la demarcación, fueron victoriados y aplaudidos por decenas de personas que que se asentaron por las calles
de barrios y pueblos iztapalapenses.
La sorpresa la dio una Aleida Alavez apasionada con dotes de luchadora social narró con emoción y entusiasmo el paso de cada uno de los grupos que con convicción revolucionaria marcharon en esta parada cívica.
Los gritos y vivas resonaron con eco en calles y avenidas de Iztapalapa, entre ellos:
•Somos un gobierno transformador, emprendedor y constructor de la paz
•Todas y todos somos Claudia
• Somos un ejército pacifista en busca de la tranquilidad y el buen vivir, entre los acordes de la Banda Sinfónica de Iztapalapa que amenizó con sus interpretaciones musicales el paso del desfile.

